domingo, 21 de septiembre de 2008

El Guindilla Episodio II

Ana se recompuso el vestido lo mejor que pudo. No es que a estas alturas le importara mucho, pues de sobras conocía que toda la oficina estaba al tanto de su lio con José Luis, pero le fastidiaba sobremanera parecer descuidada.

Empezaba a estar un poco harta de las prisas, los encuentros furtivos, los revolcones normalmente interrumpidos por llamadas de teléfono, el sexo oral y los desastres en su maquillaje.


No es que José Luis fuera un mal amante, ella lo sabia o mas bien lo intuía por sus besos y caricias, que con tiempo y con calma el se mostraría un amante experto.


Pero no había tiempo, nunca había tiempo para nada.Trabajaban en diferentes departamentos, y casi nunca había motivo justificado para verse, por eso las premuras, por eso las prisas, por eso las visitas de uno al otro injustificadas, por eso las promesas de futuros encuentros, por eso las palabras quedas dichas al oído del otro.


Ana y Laura, se conocían, de un modo extraño, pero se conocían...


Después de devolver el automóvil, Andrés y el guindilla se marchaban juntos, asuntos policiales dijo Andrés.
Rápido de reflejos Alberto pago las consumiciones e intentando imitar la desgarradora mirada de Andrés, se había dado cuenta que Andrés había provocado cierto sonrojo en Laura al mirarla cuando ella le dio fuego, le dijo:
Laura me preguntaste si te deseaba, y antes de darle tiempo a contestar añadió -vámonos a otro sitio.

El la tomo de la mano y salieron del pub-bar, Laura se sentía como en una nube, no le importaba que algún conocido la viera caminando por la calle de la mano de Alberto.
Casi sin pronunciar palabras, solo lacónicos sies y noes, a lo que decía Alberto, anduvieron unos cinco minutos, hasta que el se paro y señalando con el dedo pregunto a Laura:


- ¿ Has entrado alguna vez en un sex-shop ?


- No , respondió ella, y su mirada instintivamente le llevo a leer los anuncios que en fosforescentes letreros decían: cabinas dobles y sencillas.


- Ten fe en mí , y con seguridad la condujo dentro del sex-shop.

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