domingo, 21 de septiembre de 2008

El Guindilla Episodio I

Llegas tarde Laura oyo Andres decir a su desconocido compañero de barra. Y eso que he aparcado en doble fila, Alberto - contesto ella.

Mientras tanto José luis " el guindilla", no pudo resistirse a la tentación. Laura en su premura, había dejado las llaves del automóvil puestas. Veinte segundos después, el guindilla estrenaba automóvil nuevo.

Andrés, que estaba sentado en un taburete, justo al lado de Alberto,después de apurar el último trago de Havanna siete años con Cola,interrumpió a la pareja:
Perdonad que os interrumpa, pero acaban de robarte el coche - dijo dirigiéndose a Laura.

Dos minutos despues sonaba en el teléfono móvil de ella, también lo había olvidado en el asiento derecho,el guindilla dudo entre contestar o no, y como tenia ganas de guasa, finalmente contesto : digame

Guindilla , soy Andrés de la brigada de información, devuelve rápidamente el coche que acabas de coger prestado,si lo haces la propietaria no presentara una denuncia contra tí. Pero antes pasate por la gasolinera y llena el deposito.

Tardaré diez minutos - contesto el guindilla , con una voz que denotaba cierto malestar.
En diez minutos lo tienes en la puerta - dijo andrés .
¿ Como puedo agradecertelo ? - pregunto Laura.

y Andrés poniéndose un marlboro en la comisura izquierda de los labios respondió - dame fuego .Laura acerco el mechero , Andrés tomo su mano entre las suyas , acerco la llama al cigarro y fijo su penetrante mirada en los ojos de Laura, en la llama, después en el escote y finalmente de nuevo en los ojos de Laura.

Tras expirar la primera calada al recién prendido cigarro exclamo - me llamo Andrés , aunque despuésde escuchar mi conversación con el guindilla supongo que ya conoceréis mi nombre.. y mi profesión.

y vosotros os llamais Laura y Alberto.

Diez minutos después tal y como había prometido el guindilla a Andrés, el coche volvía a estar en el lugar que Laura lo había dejado.

Andrés hizo una señal para que el guindilla se acercara, Laura palideció al contemplar el vivo retrato de su marido José Luis, pero con el pelo mas largo y una incipiente barba de cinco días, ¿ pero si esta mañana se ha afeitado ?, ¿ y esa ropa cuando se la había comprado ?

Para dar luz a este misterio hemos de remontarnos a cuarenta y tres años antes...


Una fría mañana de febrero del 1963, pasaban dos minutos de las 6 de la mañana cuando sonó el timbre de la puerta en el convento de las clarisas, sor margarita con paso cansino se dirigió hacia el torno, apoyando sus desgastadas manos en la palanca que hacia que girara, tiro con fuerza hacia abajo.

Ante sus ojos aparecieron, envueltos en una raída manta marrón, dos gemelos.Acostumbrada como ella estaba a tratar con bebes abandonados, calculó que no tendrían más de dos semanas, con cuidado, ternura, tomo la manta y se dirigió a acomodarlos en dos cunas.

La fortuna fue desigual para ellos, uno fue adoptado por una acomodada familia y el otro paso su infancia y adolescencia en el orfanato provincial.

Los gemelos recibieron diferente educación, tenían diferentes apellidos, pero por extrañas circunstancias al ser separados antes de ser inscritos en el registro civil, tenían el mismo nombre...José Luis.

El Guindilla Episodio II

Ana se recompuso el vestido lo mejor que pudo. No es que a estas alturas le importara mucho, pues de sobras conocía que toda la oficina estaba al tanto de su lio con José Luis, pero le fastidiaba sobremanera parecer descuidada.

Empezaba a estar un poco harta de las prisas, los encuentros furtivos, los revolcones normalmente interrumpidos por llamadas de teléfono, el sexo oral y los desastres en su maquillaje.


No es que José Luis fuera un mal amante, ella lo sabia o mas bien lo intuía por sus besos y caricias, que con tiempo y con calma el se mostraría un amante experto.


Pero no había tiempo, nunca había tiempo para nada.Trabajaban en diferentes departamentos, y casi nunca había motivo justificado para verse, por eso las premuras, por eso las prisas, por eso las visitas de uno al otro injustificadas, por eso las promesas de futuros encuentros, por eso las palabras quedas dichas al oído del otro.


Ana y Laura, se conocían, de un modo extraño, pero se conocían...


Después de devolver el automóvil, Andrés y el guindilla se marchaban juntos, asuntos policiales dijo Andrés.
Rápido de reflejos Alberto pago las consumiciones e intentando imitar la desgarradora mirada de Andrés, se había dado cuenta que Andrés había provocado cierto sonrojo en Laura al mirarla cuando ella le dio fuego, le dijo:
Laura me preguntaste si te deseaba, y antes de darle tiempo a contestar añadió -vámonos a otro sitio.

El la tomo de la mano y salieron del pub-bar, Laura se sentía como en una nube, no le importaba que algún conocido la viera caminando por la calle de la mano de Alberto.
Casi sin pronunciar palabras, solo lacónicos sies y noes, a lo que decía Alberto, anduvieron unos cinco minutos, hasta que el se paro y señalando con el dedo pregunto a Laura:


- ¿ Has entrado alguna vez en un sex-shop ?


- No , respondió ella, y su mirada instintivamente le llevo a leer los anuncios que en fosforescentes letreros decían: cabinas dobles y sencillas.


- Ten fe en mí , y con seguridad la condujo dentro del sex-shop.

El Guindilla Episodio III

El guindilla caminaba a paso lento, murmurando en arameo, no solo no había conseguido ganarse el pan del día, sino que también por la intervención de Andrés, había tenido que poner dinero de su bolsillo para llenar el deposito de gasolina al auto de Laura , 30 euros - refunfuñaba una y otra vez - 30 euros.


Metió la manos en su bolsillo derecho, ya solo encontró una moneda de un euro , de perdidos al rió - pensó , y entro en la administración de Loterías que estaba en la esquina de su calle.


- Un bonoloto de dos apuestas - pidió, ¿ hay bote ?
- Sí , esta noche hay mas de dos millones de euros - contesto la chica que le atendió.


Se metió el resguardo en el bolsillo, pero antes de salir se dio cuenta que una mujer distraida, mientras comprobaba en la lista de premios colgada al efecto, si tenia algún décimo premiado, había dejado su bolso en el suelo, entre las piernas. Sin que nadie se diera cuenta se agacho y tomo tan valioso botín.


Ya en casa , con una minuciosidad propia de un médico forense, se dispuso a destripar el bolso. Primero cogió la cartera, la abrió; dos billetes de 20 euros, varias tarjetas de crédito, el dni, el carnet de conducir.


Su anónima benefactora se llamaba Ana, al sacar el dni del departamento en el que se encontraba,para curiosidad la edad de ella, apareció una foto que le dejo boquiabierto.
-Coño - exclamo perplejo , si el tipo de la foto es igual que yo.
En efecto, el bolso era de Ana, la compañera de trabajo y amante de José luis, el marido de Laura, su desconocido hermano gemelo.

El Guindilla Episodio IV

Caminaba erguida por entre las mesas de la oficina, sabiendo a conciencia que todas las miradas estaban fijas en ella, empezó a sentir ira, una ira que subía desde su estómago hasta el principio de su garganta.


ira contenida, contra José Luis y sus promesas, contra Laura y sus celos, contra aquella minúscula oficina que se permitía criticarla, y casi sin darse cuenta empezó a contonear el culo de una forma descaradamente provocativa.


Cuando oyo un silencio a su espalda, un absoluto silencio... cuando el pasillo entre las mesas hubo terminado, solo entonces Ana, deliberada, pausada, lentamente se volvió sobre si misma y sonriendo, en la mas amplia de las sonrisas, levanto el dedo índice en un gesto que no dejaba ningún resquicio.

Salió rápidamente de la oficina, furiosa con el mundo y consigo misma y siguió caminando un buen rato hasta que logro sentir que se calmaba.
Los vio venir de frente , era indudable que era Laura, y era indudable también que aquel que la acompañaba era algo mas que un mero conocido.
Se pararon una frente a la otra, sin decirse nada, como viéndose.. y entonces Laura abrazo a Ana al tiempo que la besaba en ambas mejillas.
Laura se volvió hacia su acompañante, intercambio varias frases rápidas que no apenas pudo oír y vio como el desconocido se alejaba sin despedirse.


- Ana, necesito hablar contigo
- Laura, hoy precisamente no estoy para muchas charlas.
- Ana de verdad, solo hablamos.
- Quien era ese?
- Alberto, te hable en una ocasión de Alberto, tomamos un café y te lo cuento. Es el chico de la fiesta en la torre de Palamós, el verano pasado.


Laura cogió a Ana de la mano y esta se dejo llevar, la verdad es que le podía la curiosidad. La arrastro calle abajo, mientras le hacia preguntas que Ana no oía ni quería contestar sobre José Luis.

Entraron en el bar, y en pequeño espacio entre ambas puertas, la exterior y la de entrada, laura se volvió hacia Ana, cogió su cara entre sus manos y le dio un beso en la boca al tiempo que le decía: "odio echarte de menos y odio que el cretino de mi marido no sepa apreciar todo lo que vales".


Justo en ese preciso instante Andrés salió del interior del bar y dijo : hola Laura..... me presentas a tu amiga?


Pero no pudo decir ninguna otra frase. En ese instante, José Luis hizo aparición en el bar. Tenía una mirada desafiante, una extraña expresión que no presagiaba nada bueno como efectivamente así sería. Se desabrochó la gabardina, metió su mano derecha en el interior de la curiosa prenda (tengamos en cuenta que era pleno agosto) y sacó una pistola.

Todos enmudecieron a excepción de la máquina tragaperras que en ese momento estaba escupiendo el metálico premio. Antes de que nadie pudiese impedirlo, José Luis disparó certeramente, una bala por cadáver. Un trabajo limpio. Laura, Ana y Andrés se desplomaron como confeti tras la última campanada de fin de año. Luego apuntó a la maldita máquina tragaperras y a su ex-afortunado ganador, para finalmente colocar la pistola entre sus propios dientes... y disparó.

En ese momento entraba el hermano gemelo que viendo todo lo ocurrido se acercó al cuerpo inerte de su doble, completamente desfigurado. Fue entonces que, aprovechando el revuelo de la tragedia, tomó la documentación de su hermano muerto.


Por fin la vida le daba otra oportunidad... por fin podía se había hecho justicia....